JC

A veces la vida te sonríe un poquito, tímidamente, pero lo hace. No siempre todo es negro, no siempre el vaso está vacío. Hay veces que, cuando piensas que todo está yendo mal, cuando crees que nunca vas a salir de lo negro, entonces sale un pequeño rayo de sol. Y lo negro se vuelve gris, y te das cuenta de que sí, al final del camino sigue habiendo esperanza. No te rindas, no te des por vencido. Porque desde ahí, a partir del gris, todo puede ir pintándose de colores. Primero un azul, un marrón. Y después el verde, el amarillo, el rosa. Todo un arco iris de posibilidades que, sin darte cuenta, están frente a ti, esperándote. Lo peor que puedes hacer en esta vida es rendirte. Porque en el momento que te vean bajar la cabeza, en el momento que te vean tirar la toalla, se lanzarán a por ti. Y no porque seas más débil, eres fuerte, ¡no dejes que te digan lo contrario! Lo harán  porque ellos son los débiles, los inferiores. Porque ellos, que al lado tuya no son nada, intentan que te hundas en su misma miseria. Llorar no es sinónimo de ser débil. No lo digo por experiencia propia, yo no suelo llorar nunca. Lo digo porque conozco personas que lo hacen a menudo, y aunque no lo sepan, son más fuertes que nadie. La fuerza de cada uno se marca por los golpes que sea capaz de asimilar. 
Así que no lo olvides nunca, eres fuerte, eres grande. Después de la tormenta, siempre sale el sol.