Silence is a scary sound.

No hago esto muy a menudo, no soy muy de fangirling o al menos, no de demostrarlo a todo el mundo. La cosa es que llevo bastantes días más triste, ocupada, con la cabeza en todo, en todo menos en lo más importante supongo. Y hay pocas cosas que me animen en esos momentos, pero siempre está la música, su música. McFly ha sido un trocito muy importante de mi adolescencia, y aun ahora sigo escuchándolos y sigo sonriendo. Pero ayer, estando triste como lo estaba, hubo una canción, mi canción favorita durante años, que consiguió hacerme feliz. No por la canción en sí, sino por los recuerdos, todas las cosas bonitas que vienen con ella y que, al escucharla, vuelven conmigo. Y por esa canción tengo que darle las gracias a ese hombre, niño, no sé muchas veces lo que es. Lo que sí que sé es que me saca de lo más hondo sin él saber de mi existencia, con su bajo, y a veces con su voz.  Gracias Dougie Poynter. 





Comentarios

Entradas populares