Temo abrir la boca y no saber qué decirte.

Que fumo para sentirme menos sola, que bebo para olvidarme de mis problemas, que tengo los mejores amigos del mundo y aun así no paro de quejarme, que protesto por todo cuando debería estar dando gracias, que soy hiper-sensible, aunque la gente se piense lo contrario, que odio que la gente me vea llorar y por eso me lo guardo para mí solita, que acumulo tanta impotencia y rabia en mi interior que a veces me doy miedo, que cuando estoy mucho tiempo callada es porque temo abrir la boca y no saber qué decirte, que días como hoy prefiero quedarme en casa, que cuando estoy feliz sólo me apetece gritar, bailar y reír, que soy tan orgullosa y cabezota que a veces no me doy cuenta de lo que estoy perdiendo, que me gusta llevar la contraria a la gente, que tengo un don para vacilar a las personas y hacerlas enfadar, que me río y chillo constantemente… Yo, aparentemente tan alegre y tan segura de mí misma. Yo, tan inocente y tan ilusa. Yo, que me levanto de mis tropiezos gracias a mis amigos. Yo, que poco a poco supero mis pequeños problemas.

Yo, que odio que la gente se auto-compadezca y se preocupe por gilipolleces; cuando fuera de aquí la gente muere por hambre. Yo, tan hipócrita que a veces no puedo evitar ser lo que tanto odio.