¡Cómete el mundo!

Ponte guapa. Saca los tacones de tu prima mayor de ese armario que tan prohibido tienes. Mídelos y asegúrate de que superan los 10 centímetros. Póntelos y pierde el equilibrio hasta que te canses de andar como un puto pato mareado y comprendas que tú también puedes deslumbrar. Ponte el vestido más corto, apretado y sugerente que tengas. Vístete del color que menos les guste a tus padres. Píntate tanto que tengan que decirte que eres muy pequeña para ello. Los labios, de rojo pasión.

Sumérgete en ese ritmo repetitivo que se hace contigo y causa un pitido en tu oreja cuando llegas a casa. Haz que tus pasos suenen a pesar del volumen de la música. Pídete algún cubata de más y ponte lentillas del color de tu Malibú favorito. Acércate a ese chico rodeado de chicas y déjales claro que para zorras ellas, zorra tú. Sácale a bailar, dale un número falso y deja en manos del destino que vuelva a saber algo de ti. Llega tarde a casa y cuando te pregunten, dí que no volverá a pasar.

Suena el despertador y vuelta a empezar.